He de reconocer que a mi en particular, se me ha antojado alguna que otra vez un trocito de roscón a mitad de año . . . ¿ A quién no ? Pues con esta receta, podréis prepararlo cuando queráis.
Con respecto a la dificultad en la elaboración, tengo que deciros que no es difícil ni imposible, tiene una dificultad media. La clave está en la masa, pero con las pautas que os daré os saldrá perfecto. La cantidad que pongo es para un roscón familiar, bueno más que familiar jajajaja. Saldrá enorme, por eso la última vez que lo hice, dividí la masa en dos, e hice dos medianos bastante grandes, uno de ellos lo congelé, y lo sacaré esta noche para tenerlo listo para la mañana de reyes, únicamente tendré que montar la nata.
Bueno, no me entretengo más y VAMOS CON LA RECETA
INGREDIENTES:
Para la MASA DE ARRANQUE:
- 100 gramos de harina de fuerza.
- 100 ml de leche tibia.
- 25 gramos de levadura fresca.
- 550 gramos de harina de fuerza.
- 150 ml de leche.
- 120 gramos de azúcar.
- 2 huevos grandes.
- 10 gramos de sal.
- Ralladura de una naranja.
- 2 cucharadas de agua de azahar (o aroma).
- 120 gramos de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente.
- Huevo batido.
- Fruta confitada o escarchada.
- Almendras laminadas.
- Azúcar.
- Y cualquier otro ingrediente para decorar, el que más gustéis.
Primero: comenzaremos con la MASA DE ARRANQUE.Para ello coge un bol y mezcla la harina de fuerza, la leche tibia y la levadura fresca (desmenúzala con la mano o bien disuélvela en la leche tibia). Mézclalo bien y deja reposar durante unas 2 horas y media o 3.
Segundo: en un bol grande o directamente en la encimera haremos la MASA DEL ROSCÓN, para ello mezclaremos todos los ingredientes (harina, azúcar, leche, huevos, sal, agua de azahar, ralladura de naranja) excepto la mantequilla.
Cuando estén bien mezclados, añadimos la mantequilla, para ello abre la masa y mete dentro la mantequilla.
No os desespereis, es una masa muy peleona ya que cuesta mucho amasarla, es muy pegajosa, pero eso no significa que se haya estropeado, sigue amasando. Y deja reposar.
Tercero: cuando ya esté lista la masa de arranque, la mezclaremos con la masa del roscón, y amasamos. Volveremos a tener una masa pegajosa, y difícil de amasar. Cuando se hayan integrado ambas masas bien, deja reposar en el bol grande (bordes altos), para que doble su volumen. Aproximadamente tarda en subir una hora.
Cuarto: Aquí comienza lo más divertido, retiramos la masa del bol y amasamos para quitar el aire. Hacemos una bola y con la ayuda de los dedos formamos un boquete en el centro, y a partir de ese boquete, vamos estirando manteniendo la forma del círculo, hasta llegar a formar el roscón. Recomiendo que lo hagáis grande, es decir, no dejéis un boquete pequeño, porque con esta cantidad de masa y con todo lo que va a subir, se os cerrará si hacéis un boquete pequeño. Pon el roscón en la bandeja del horno previamente forrada con papel de horno, y deja que suba durante una hora mas.
Este es el aspecto tras dejar reposar una hora más:
Como veis, se trata de un roscón enorme, es tan grande como la bandeja de horno (y el horno que tenemos es muy grande)
Quinto: Por último, toca decorar el roscón. Y aquí lo decoráis al gusto. Yo en primer lugar lo pinté con huevo, y luego le puse almendras laminadas, fruta escarchada y azúcar, listo y al ¡ HORNO !
Sexto: Hornear a 180 grados durante 20 a 25 minutos.
Séptimo: Cuando esté horneado, sacar del horno y dejar enfriar.
Octavo: Puedes cortarlo por la mitad y rellenarlo de nata montada, trufa, crema, o comerlo sin relleno, que también está muy rico.
Ya está, ¡ LISTO PARA DEGUSTAR !
Os dejo más fotos para que veáis como quedó.
Mañana subiré más fotos en mi página de:
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¡ Nos vemos en la próxima entrada !
